Nuestros
Me despojó de la ropa y de los miedos, me sujetó del cabello y de la mano, besó mis muslos y mis labios, me dio su cuerpo y sus alas y me llevó lejos de aquí, me enseñó sobre el dolor y sobre el alma, me mostró el camino y las espinas, me salvó y me lastimó.
Llegó como aquellas cosas que son buenas, cuando menos lo esperas y cuando más lo necesitas, me enseñó que el camino, por largo que sea, se hace más ameno si se recorre entre dos, me recordó el olor de las rosas y la textura de sus pétalos sobre mi piel, me besó bajo la lluvia y nadamos juntos en aquel lugar.
Cubrió mi cuerpo desnudo y cuidó de mi corazón en las noches frías, caminamos de la mano bajo el cielo gris y me mostró cosas de la vida que no había probado antes, jugaba con mi cabello y con mis emociones, sabía siempre qué hacer y cómo hacerlo.
Me miraba fijamente y yo perdía la concentración, sus ojos avellana y sus pestañas largas inundaban mi alma, me regalaba una sonrisa y me hacía sonreír,sujetaba mis manos y me robaba un beso acariciaba mi cabello y mi espalda y acababa teniéndome.
Tocó mis melodías favoritas con el piano y con el corazón, llenó de ilusión cada uno de mis días y sació mi ser del suyo, desenterró mis fantasmas y los aceptó, curó mis heridas y mis alas rotas y me abrió su alma para poderla curar, nos curamos juntos.
Entrelazó sus dedos en los míos y corrimos bajo la lluvia, reímos uno del otro, bromeamos, nos burlamos de nuestras ocurrencias y de la vida, compartimos nuestros gustos y nuestras añoranzas, juntamos nuestros labios, nuestros cuerpos y nuestros destinos, intercambiamos ropas e ideas, compartimos la comida y los atardeceres.
Atestiguó mis amaneceres y besó mi sonrisa y mis lágrimas, me enseñó a llorar de felicidad y a sufrir por cosas simples, me quitó los complejos y las máscaras, descubrió quién soy en realidad. Se entregó a mí y me dejó ser suya. Nos pertenecimos.
Me enseñó a valorar los detalles y que cada quien ama de diferente manera, me hizo amarme a mi misma para poder amarlo a él y a aceptarme como era. Me llevó al mar y a las estrellas, me hizo promesas que nunca cumplió y me cumplió sueños que nunca pensé alcanzar,
Perdonó las aventuras y las cobró con creces, me lloró y le lloré, nos hicimos música y viento, fuego y agua, me contagió su inteligencia y sus ganas, me regaló libros y su corazón, yo a cambio le di mi vida y mis sueños.
Valoré su presencia y él olvidó la mía, discutimos y nos reconciliamos, me miró dormir y despertar, me hizo feliz y desdichada, nos quisimos como ya no quiere nadie, nos dimos todo lo que fuimos y planeamos lo que queríamos ser, pusimos nombres, fechas y lugares, y todo lo necesario para hacerlo funcionar.
Me amó, como nunca nadie antes me había amado, me protegió, guió mis sueños, me tomó de la mano y abrazó mi alma cuando tuvo frío, se rió conmigo y de mí, me regalo sus mejores momentos y me dedicó un pedazo de su vida, me enseñó a tocar el cielo con los dedos y que los sueños se deben perseguir.
Notó mi fortaleza y mi valor aún cuando ni yo misma era capaz de verlo, luchó por mí, pero se rindió. Acarició mi vida y mi cuerpo, me tuvo, me miró, me enseñó cosas que no olvidaré, le habló a mi alma y se entendieron bien, fuimos uno solo, un eclipse, una estrella fugaz, un universo, lo fuimos todo.
Perdonamos, amamos, sonreímos, dormimos, despertamos, caminamos, besamos, corrimos, disfrutamos, sufrimos, peleamos, nos fuimos, regresamos, nadamos, saltamos, gritamos, gozamos, llegamos, fuimos, vimos, hicimos, dijimos... Me amó, lo amé, nos amamos como locos, lo fuimos todo, pero al final, como locos...nos perdimos.
Llegó como aquellas cosas que son buenas, cuando menos lo esperas y cuando más lo necesitas, me enseñó que el camino, por largo que sea, se hace más ameno si se recorre entre dos, me recordó el olor de las rosas y la textura de sus pétalos sobre mi piel, me besó bajo la lluvia y nadamos juntos en aquel lugar.
Cubrió mi cuerpo desnudo y cuidó de mi corazón en las noches frías, caminamos de la mano bajo el cielo gris y me mostró cosas de la vida que no había probado antes, jugaba con mi cabello y con mis emociones, sabía siempre qué hacer y cómo hacerlo.
Me miraba fijamente y yo perdía la concentración, sus ojos avellana y sus pestañas largas inundaban mi alma, me regalaba una sonrisa y me hacía sonreír,sujetaba mis manos y me robaba un beso acariciaba mi cabello y mi espalda y acababa teniéndome.
Tocó mis melodías favoritas con el piano y con el corazón, llenó de ilusión cada uno de mis días y sació mi ser del suyo, desenterró mis fantasmas y los aceptó, curó mis heridas y mis alas rotas y me abrió su alma para poderla curar, nos curamos juntos.
Entrelazó sus dedos en los míos y corrimos bajo la lluvia, reímos uno del otro, bromeamos, nos burlamos de nuestras ocurrencias y de la vida, compartimos nuestros gustos y nuestras añoranzas, juntamos nuestros labios, nuestros cuerpos y nuestros destinos, intercambiamos ropas e ideas, compartimos la comida y los atardeceres.
Atestiguó mis amaneceres y besó mi sonrisa y mis lágrimas, me enseñó a llorar de felicidad y a sufrir por cosas simples, me quitó los complejos y las máscaras, descubrió quién soy en realidad. Se entregó a mí y me dejó ser suya. Nos pertenecimos.
Me enseñó a valorar los detalles y que cada quien ama de diferente manera, me hizo amarme a mi misma para poder amarlo a él y a aceptarme como era. Me llevó al mar y a las estrellas, me hizo promesas que nunca cumplió y me cumplió sueños que nunca pensé alcanzar,
Perdonó las aventuras y las cobró con creces, me lloró y le lloré, nos hicimos música y viento, fuego y agua, me contagió su inteligencia y sus ganas, me regaló libros y su corazón, yo a cambio le di mi vida y mis sueños.
Valoré su presencia y él olvidó la mía, discutimos y nos reconciliamos, me miró dormir y despertar, me hizo feliz y desdichada, nos quisimos como ya no quiere nadie, nos dimos todo lo que fuimos y planeamos lo que queríamos ser, pusimos nombres, fechas y lugares, y todo lo necesario para hacerlo funcionar.
Me amó, como nunca nadie antes me había amado, me protegió, guió mis sueños, me tomó de la mano y abrazó mi alma cuando tuvo frío, se rió conmigo y de mí, me regalo sus mejores momentos y me dedicó un pedazo de su vida, me enseñó a tocar el cielo con los dedos y que los sueños se deben perseguir.
Notó mi fortaleza y mi valor aún cuando ni yo misma era capaz de verlo, luchó por mí, pero se rindió. Acarició mi vida y mi cuerpo, me tuvo, me miró, me enseñó cosas que no olvidaré, le habló a mi alma y se entendieron bien, fuimos uno solo, un eclipse, una estrella fugaz, un universo, lo fuimos todo.
Perdonamos, amamos, sonreímos, dormimos, despertamos, caminamos, besamos, corrimos, disfrutamos, sufrimos, peleamos, nos fuimos, regresamos, nadamos, saltamos, gritamos, gozamos, llegamos, fuimos, vimos, hicimos, dijimos... Me amó, lo amé, nos amamos como locos, lo fuimos todo, pero al final, como locos...nos perdimos.
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