Los ojos del perro siberiano

La historia la narra un joven, que cuenta la vida que llevó cuando fue joven y cuenta la historia de cómo reaccionó su familia al enterarse de que su hermano tenía VIH, cuenta como cuando antes de que se enteraran, todo era muy agradable en la familia, Ezequiel el hermano del niño, había sido siempre el favorito de la familia, siempre había sido el centro de atención, porque había sacado físicamente los ojos azules del padre y el cabello negro de la madre y era muy guapo y muy inteligente, sacaba buenas notas en la escuela y practicaba deportes, todo esto terminó poco después cuando nació el narrador.

Cuenta como un día mientras llegaba de la escuela se da cuenta de que sus papás estaban hablando con Ezequiel, y se notaba que estaban molestos, después de esa vez, en su casa jamás se volvió a hablar acerca de Ezequiel, cada que se mencionaba ese nombre, había un silencio o una evasiva, hasta que un día el muchacho decidió preguntarle a su madre porqué en la casa no se hablaba de su hermano, y su madre le contestó, que había cosas de las que era mejor no hablar, el niño decidió no volver a preguntar más en su casa e ir a buscar a su hermano personalmente.

Cuando va a buscar a su hermano, éste le presenta a su perrita, Sacha, un perro muy bonito de raza Siberiana, que lo acompaña, el niño pregunta el porqué sus papas lo corrieron de la casa y Ezequiel le confiesa que es porque tiene SIDA, el niño queda muy impregnado de esa frase y al irse a su casa no quiere hablar con nadie. Tiempo después el mejor amigo del narrador, lo visita, y le confiesa que ya sabe que Ezequiel tenía SIDA, a raíz de esto, le deja de hablar y así en el ámbito social, toda la gente con la que conviven sus padres, cree que Ezequiel tiene Leucemia, es lo que los padres han hecho creer, cosa que indigna al narrador cuando se entera, al darse cuenta de que sus padre se avergüenzan de su hermano por tener SIDA.

La historia continúa, la enfermedad de Ezequiel avanza, y el niño la sigue visitando, el le cuenta muchas cosas, le dice que desde que se enfermó, todos lo miran con ojos diferentes, que su padre lo ve con desprecio, su madre con ojos de vergüenza, su abuela con lástima y el con curiosidad, le dice que en los únicos ojos se ve de la misma manera este enfermo o no, es en los de Sacha, su perro, ella no lo juzga y por eso la quiere tanto. Ezequiel le dice que quiere aprender a tocar una suite de Bach en el chelo, y le regala a su hermano una fotografía de el pentagrama con la pista de la canción. Meses antes de morir, Ezequiel cita a su hermano y le recita la Suite de Bach, lloran juntos y se abrazan, tiempo después, el narrador ve morir a Ezequiel en el hospital y decide escribir su historia.

Este libro me gusta mucho porque toca temas muy importantes hoy en día como la ignorancia en las personas, que al no saber sobre un tema siempre tiende a juzgar, además el libro deja un mensaje muy bonito porque te enseña que la vida es mucho más que las cosas feas o malas, sino que después de todo, cualquier problema por difícil que sea tiene solución, todo, menos la muerte.

La verdad el libro me gusta mucho, más por la parte que le da sentido al título del libro, cuando Ezequiel le dice a su hermano que desde que se enfermó todos lo ven distinto, que los únicos ojos que lo ven de la misma manera son los de su perro, no tan sólo por el hecho del perro, sino porque esta parte refleja la falta de información que tienen las personas, que siempre juzgan y si ven algo fuera de orden o a alguien diferente, siempre voltean a mirar feo en vez de intentar entender la problemática. La sociedad siempre tiende a etiquetar, a juzgar y a discriminar a las personas que piensan diferente, se visten diferente o tienen alguna enfermedad como el VIH, es por eso que este libro me gusta tanto, te enseña a ver más allá de los prejuicios.