Diferente

Y no eran siempre los días de lluvia tan fríos como lo son ahora, lejos de pensar que el tiempo me ha ayudado a sanar más pienso que me ayuda a recordar los errores más graves en los que he caído. Y es que siempre que intento comenzar de nuevo, me vienen a la mente todos aquellos fracasos y todos aquellos "qué hubiera pasado si..." y simplemente no puedo continuar.

El frío de las tardes lluviosas del ecuador del año, se cuela a través de mis poros abiertos y me congela a veces de a poco el ser completo.

Jamás he creído en las casualidades, yo prefiero pensar que todo pasa siempre por una razón, el único contra que le pongo a mi propia filosofía es no saber precisamente cuál es esa razón, o peor aún, si será para bien o para mal. Que cada persona llega a tu vida con invitación anticipada, es cierto; pero...¿Para qué llegan personas a tu vida si no se van a quedar?¿Si sólo van a hacerte sufrir?. "Para darte lecciones" dirían los románticos y los optimistas. ¡Bah! llegan sólo para joderte la vida como si no fuera suficiente ya cargar con uno mismo.

Por eso me gustaste tú, porque llegaste avasallador como un tornado, porque te metiste en mi piel y un poco en mi corazón. por eso me gustaste tú, porque las cosas que más nos gustan son las que más nos duelen.

Y no soy feliz por eso, déjame decirte, quisiera estarlo, a veces sin darme cuenta lo estoy, pero no quiero creerte, no quiero perder, no de nuevo, no creo estar lista para morir lentamente de nuevo, es decir, mírame, apenas estoy reviviendo, apenas coloqué los últimos cuadros en la casa remodelada y ya vienes como tornado a querer llevártelo todo nuevamente.

Si me preguntan si tengo miedo, sí, lo tengo ¿Cómo no temer?, ¿Cómo se supone que debo seguir creyendo cuando he y me han fallado ya bastante? Además, ¡vamos!, ¡¿Qué puedes saber tú del amor?!, y eso, si es que es amor.

Sabes...prefiero pensarte mal, prefiero creerte malo, mejor te visualizo con malas intenciones, mejor me acostumbro a pensar que sólo quieres jugar, porque así (al menos así lo creo) podrías llegar a sorprenderme si al final del día resulta que tú también eres un loco en busca del amor verdadero como yo, y quien quita y funciona, y quien quita y al final sí terminamos juntos y nos reímos en la cara de aquellos que se rieron de nuestro inoportuno, repentino e intenso querer, y si no llegase a ser así, al menos estaría dentro de lo que cabe mentalmente preparada para la decepción (aunque jamás se puede estar realmente preparado para la decepción).

¡Y es que sólo a mí se me ocurre quererte cuando sé que yo no aprendí a olvidar!. Yo no sé querer a fuego lento, yo no sé como entregarme de a poco; a mí me hicieron diferente, yo voy así, dándolo todo aunque al final me quede más vacío que recompensa. Voy por la vida dando tumbos porque tropiezo cada que puedo creyendo en personas en las que no debo creer y enamorándome de personas que no merecen ni mi saludo. Pero que se le va a hacer, así soy.

Por eso es que me gustas y a la vez te temo, me gustas porque veo en tu mirada la llama encendida de un nuevo querer, porque tus labios escribieron en los míos las cosas que creía ya olvidadas y que de cuando en cuando me refresca el alma recordar, me gustas por tu voz, tu sonrisa, tu pelo y tus besos robados y discretos para no despertarme al amanecer, me gustas por contemplarme dormir y reír yo no sé de qué, me gustas por tus promesas, por tus palabras y tu forma de ser; te temo por todo lo anterior, porque sé que cada una de esas cosas las he vivido ya, las he sentido ya, y lo más trágico, las he sufrido ya, pero te temo además porque debo temer, porque debo desconfiar, porque esto es quizás demasiado bueno para ser verdad; te temo por la distancia, por lo diferentes que somos, te temo porque no tengo claras tus intenciones y no puedo aunque quiera entrar en tu mente para saber exactamente lo que sientes, te temo porque eres terriblemente cautivador.

La solución ideal a éste idilio inoportuno, fugaz, instantáneo e inesperado sería como ya me han dicho todos "dejarlo ser", pero si me conozco por algo es por ser exageradamente impaciente e insegura, no puedo simplemente caminar despacio y dejar que las cosas se vayan dando, no puedo simplemente recorrer el camino a ver a dónde me lleva, sé que es un dilema completo, porque tanto podría llevarme a un acantilado, como al paraíso mismo, y si lo ponemos de ese modo, el destino al final no es lo importante, sino el camino, porque para variar, yo no puedo ser precavida, no aprendí a serlo y sé que al final, como siempre, terminaré enamorándome en el camino y lo peor de todo es que al final, cuando por fin llegue al destino, sea éste acantilado o paraíso, seguiré cayendo más y más por ti, aunque te vayas, porque para mi mala suerte, tampoco aprendí a soltar...
.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobibor

Campaña publicitaria: Shampoo "Make It Grow"

Los ojos del perro siberiano