Destiempo

Una vez más me tienes aquí, viniendo a escribirte porque ya no me queda más que hacer para expresarte lo que siento, y a pesar de saber que no me lees, me consuela imaginar que pudiera decirte frente a frente, ésto que en líneas aquí, dejo para ti...

Hace apenas unos escasos días descubrí aquellas fotos tuyas y de "ella" en tu perfil de facebook, me dolió más que mil puñaladas, intenté como siempre y vanamente, encontrar un psicólogo de camino que pudiera ayudarme a sobrellevar el peso del dolor, pero ante las dudas y temores de sentirme juzgada opté por contármelo a mí, a terapearme yo sola porque creo que he llegado a la conclusión de que soy mi mejor doctora al sólo yo misma saber cómo es que realmente las cosas que me pasan me afectan y me hacen sentir; pero debí haber sabido que un peso tan grande no se puede contener mucho tiempo sin que explote, así que a pesar de mis intentos, exploté y por suerte tuve a mi angelito de la guarda para apoyarme.

Desde ese día no he dejado de pensar, "ella", ahora tiene un rostro, no tengo que imaginarla más, no tengo que deducir nada ya, no sé quién sea, "ella", pero ahora tiene rostro, un rostro en una fotografía con un paisaje que compartes en otra foto, un rostro cuyos labios carmesí dejaron su huella en tu mejilla, un rostro pálido en una fotografía que seguramente tú tomaste, ésto anterior además de parecer obvio, lo sé porque amas tomar fotos, amabas tomarme fotos.

He intentado sacarte de mi ser con todas las fuerzas que tengo, pero no lo consigo, no sé por qué, no sé si no quiero o no puedo, ya me cansé de preguntarme lo mismo sin ton ni son y ya me estoy cansando de ser la tonta que te sigue amando cuando tú ya amas a alguien más, es decir, ya pasó más de un año desde que dejamos de ser novios, y en unos 7 días más se cumple un año de la última vez que te ví...de la última vez que te besé, ya casi se hace un año desde aquella fría noche en que fui a recogerte a la estación de autobuses y te ví acercarte desde lejos sólo para darme cuenta sin demostrarlo, de que el hombre alto, delgado y pálido que caminaba hacia mí, no era más el que me visitó la última vez meses atrás.
´
Éste nuevo ya no me miraba igual, éste nuevo hombre que me saludaba con un beso frío al tiempo que decía un seco "hola", no era más aquel hombre que lo hubiera dado todo por mí sin dudarlo un sólo instante; éste nuevo hombre no era aquel que se había ido de mi lado la última vez, éste nuevo hombre había dejado de quererme, éste nuevo hombre no me amaba más. Ya casi pasó un año desde ese desaire que marcó mi mente y corazón cuando al querer revivir nuestros primeros momentos en regina sólo me miraste desnuda con mi bote de crema corporal en la mano esperando que repitieras la misma escena que me había enamorado un poco más de ti en nuestro segundo día juntos, sólo me miraste y te reíste...No eras ya ese mismo hombre...

Ya casi se cumple un año desde aquella mañana fría en la que desperté sin tu beso tibio y suave, un año casi desde que el ruido de tu desesperación inexplicable por irte arreglando tu maleta me despertó, y lo remataste con una respuesta afrmativa a mi pregunta "¿Ibas a irte sin despedir?"...Y sellaste el fin con aquel beso frío que yo supe no sé cómo que sería el último que me darías, e intentaste cubrir mi desolación con un "claro que no, flaca, nos volveremos a ver" que sentí aún más falso que el beso que le antecedió, te vi partir, subir a ese autobús ésta vez sin despedidas desde el pasillo, ésta vez sin besos al aire, te vi partir...pero ese hombre que se iba, no era más aquel que alguna vez me amó...

Ya casi se cumple un año desde que dejé de verte y ya van 4 meses sin saber de ti...pero te recuerdo a cada luna, a cada atardecer, a cada melodía nuestra, a cada mención sobre algo que te traiga de regreso a mí, estoy dejándote ir, pero el viento te trae siempre de vuelta con él...No hay momento que no estés en mi pensamiento, estás ahí, tatuado, latente, y sales a relucir cada vez que alguien habla de amor...no hay poesía, no hay versos, no hay canciones...la poesía, la escritura, la música...la poesía eres tú, la escritura eres tú, la música eres tú...no hay amor....el amor eres tú.

Te recuerdo tan perfectamente, tan eidéticamente, podría tomar un pincel y dibujar cada recoveco que conforma la textura de tu piel...el tono rosado/rojizo que tomaba toda la piel que cubría tus articulaciones al sentir el frío, tus dedos largos, pálidos y delicados, suaves, sintiéndose fluir cálidamente al contacto de la piel, armoniosamente al fundirse en el piano, la ligera curvatura de tu espalda, tu espina dorsal delicada cediendo a tu altura, adornada con tinta en el lado superior izquierdo por tu primera mala decisión de adolescencia (14), del lado inferior derecho ese pequeño lunar abultado que siempre rosaba al acariciar tu espalda teniendo tu cuerpo sobre el mío al hacer el amor, tu pecho pálido, salpicado de universo, pequeños lunares curiosos formando constelaciones sobre tu blanca y suave piel, tus hombros fríos y esbeltos uno de ellos tatuado, el famoso dueño del dark side cubriendo un tribal rojo fallido, delineando tu cuello masculino.

Una apenas perceptible acumulación de grasa en tu abdomen que quedaba adornada al centro con tu ombligo y un camino de vello fino que conducía a tu altar sublime coronado por las finas curvas que dibujaban sobre tu piel tus crestas iliacas marcadas levemente, el lugar predilecto para los besos aquellos que amaba darte y amabas recibir como indicio de que algo mejor estaba por venir, y por el revés, después del fino hueco del final de tu columna vertebral, se alzaban aquellos dos montes fríos y pálidos, tus glúteos que se amoldaban tan bien a las palmas de mis manos, mi parte favorita de tu cuerpo. Tus piernas fuertes, torneadas, delicadas, parecían haber sido esculpidas en mármol por el color terso blancuzco de tu piel, apenas salpicadas de vello, llegando a tus rodillas nudosas, rosadas/rojizas por el frío, tus pantorrillas masculinas la izquierda adornada por tu tercer tatuaje, una mancha de tinta rosa de la que siempre me burlé y tus pies, grandes, fuertes, pálidos con los nudillos de los perfectamente alineados en diagonal, delgados y no tan pequeños dedos rosados/rojizos por el frío,

Tengo memorizado tu cuerpo, lo llevo tatuado con tinta indeleble en la mente, los labios, las yemas de los dedos y el corazón, así mismo tengo memorizada tu voz, "sin identidad", ni norteña ni del centro, potosina, así, sin identidad...Tus labios gruesos y que sólo estaban totalmente humectados cuando los besaba hasta el cansancio, sombreados por arriba y por abajo por tus intentos vanos de dejar crecer el vello facial, la parte entre tu labio inferior y el comienzo de tu barbilla adornada por un piercing, tu lengua traviesa con aquella perforación que siempre consideré vulgar por su origen, hasta que me hiciste darle sentido a través de repetidos orgasmos, tu nariz de changuillo, tus ojos pequeños y de un café que quita el sueño, tus pestañas larguísimas y tupidas, caídas, como lluvia, tus cejas pobladas cuya textura aún siento en mis labios de todas aquellas inmensas veces que te besé los ojos dormidos, tu frente  estrecha y fría, tu cabello abundante, crespo y negro azabache ¡Qué contraste tan perfecto para el blanco pálido de tu piel!

Tu risa, ¡Dios! la tengo tan nítida sonando en mi cabeza, todos tus tipos de risas las tengo bien grabadas en mi mente y corazón, tus carcajadas, tus risas leves, tus risas por compromiso, tus risas de ternura, tus risas...tu risa...Cada parte de ti, cada cosa de eres la tengo tan grabada, tan guardada, sé qué, cómo, cuándo y dónde te gustan los besos y las caricias, las palabras y las sonrisas, las canciones y las poesías, te conozco tan bien que podría darle unas clases a "ella" para que te haga totalmente feliz, te conozco tan bien que espero que "ella" logre hacerlo de esa forma algún día, te tengo tan aprendido, te sé tan de memoria, que me da miedo que jamás pueda borrarte.

Como siempre, me toca quererte a destiempo, una vez más me enamoro de alguien cuando esa persona ha dejado ya de amarme, una vez más no aprovecho las oportunidades cuando las tengo, una vez más no valoro las cosas hasta que las pierdo, una vez más me quedo con el amargo sabor de boca de todos aquellos besos que no te dí cuando debí, de todas aquellas palabras que debí y no debí haber dicho, con la sensación puntual en las manos de todas aquellas caricias que debí haberte dado, con todos aquellos "te amo" que te faltó escuchar de mí, me quedo una vez más con ese amargo sabor de boca de no haberte amado como tú me amaste, de saber que ahora ya alguien más si te da todo aquello que yo no te di, de saber que ese hombre que ahora está con "ella" no es más aquel que alguna vez fue mío.

Sólo me queda venir a escribirte acá para desahogar un poco el amargo sabor de boca de amar una vez más cuando ya dejaron de amarme, de entregarme toda de golpe cuando ya no hay nadie que esté ahí para recibirme, de dejar que el amor fluya en mi cuando ya no hay nadie para sentirlo, me queda nuevamente sólo éste amarescente sabor de boca de amarte inmensamente, intensamente, como debía haberlo hecho cuando me amabas por igual y no ahora que estás con "ella", y no ahora que es tarde, y no ahora que ya nada puedo hacer, y no ahora...a destiempo.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobibor

Campaña publicitaria: Shampoo "Make It Grow"

Los ojos del perro siberiano